Mujeres están bebiendo hasta enfermarse. A la administración le preocupa el costo de la atención
Una mañana de hace casi 10 años Karla Adkins se miró en el espejo retrovisor de su auto y advirtió que el blanco de sus ojos se había vuelto amarillo. En ese entonces tenía 36 y trabajaba como médica de enlace para un sistema hospitalario de la costa de Carolina del Sur ayudando a fortalecer los vínculos entre los médicos. Desde sus 20 años, había estado luchando en secreto contra el consumo excesivo de alcohol, convencida de que la ayudaba a calmar sus ansiedades. Adkins comprendió que ese color amarillento de sus ojos era producto de la ictericia. Aun así, no imaginó que fuera posible que le...
Kaiser Health News (Espanol)