El excanciller austríaco Sebastian Kurz fue condenado este viernes por hacer declaraciones falsas en una investigación parlamentaria sobre presunta corrupción en su primer Gobierno.
El veredicto del tribunal penal de Viena se produjo tras un juicio que duró cuatro meses, y al término del cual se impuso al exmandatario una sentencia suspendida de ocho meses.
El caso, que ha supuesto la primera ocasión en más de 30 años en que un excanciller austríaco es juzgado, se centró en el testimonio de Kurz en una investigación sobre la coalición que dirigió desde 2017 hasta su colapso en 2019.
Los fiscales acusaron al exmandatario de haber aportado pruebas falsas en junio de 2020 sobre su papel en la creación del grupo de empresas OeBAG, que administra el papel del Estado en algunas compañías, y sobre el nombramiento de su antiguo hombre de confianza, Thomas Schmid, para la dirección del ente.
El juez Michael Radasztics declaró culpable a Kurz de hacer declaraciones falsas sobre el nombramiento del consejo de supervisión de la empresa, pero no sobre el de Schmid.
Kurz dimitió en 2021 tras la apertura por parte de la Fiscalía anticorrupción de una investigación por malversación y soborno. Desde entonces abandonó la política, pero su Partido Popular Austríaco sigue al frente del Gobierno del actual canciller, Karl Nehammer, aunque va por detrás en las encuestas de cara a las elecciones nacionales previstas para septiembre.
