Con el cine francés en el punto de mira antes de los Óscar del próximo mes, Judith Godrèche brindó un emotivo testimonio ante una comisión del Senado francés este jueves recordando sus propias experiencias cuando era una joven adolescente que irrumpía en la industria.
"Todo el mundo sabe que en la industria cinematográfica, un abusador disfrazado de director hace sufrir a las niñas para hacerlas llorar... Luego queda con ellas en una habitación del ático y se apodera de ellas de verdad", dijo Godrèche en su discurso de apertura. Visiblemente conmocionada, añadió que no sabía que tenía derecho a decir “no”.
Godrèche, que también vivió muchos años en Hollywood, instó a una investigación independiente sobre malas conductas en la industria francesa, el nombramiento de tutores independientes para las actrices y actores menores de edad en los sets de filmación y otras propuestas para abordar los abusos del pasado y prevenir otros nuevos.
La semana pasada pronunció un dramático discurso en los premios del cine francés, los César, donde pidió “enfrentar la verdad” sobre el tema, años después de que el movimiento MeToo sacudiera Hollywood pero enfrentara resistencia en Francia.
"Solo creo en la acción, no en los aplausos"
"Hablo lo más alto que puedo y trato de abrir la puerta lo máximo posible, pero en realidad no sucede nada debido a la forma en que se ha construido el sistema durante años y años", dijo en respuesta a preguntas la agencia AP este jueves.
"Creo que hay algo en la sociedad francesa que de alguna manera todavía está anclado" en la Edad Media, dijo.
Godrèche, de 51 años, acusó a dos directores franceses de violarla o abusar sexualmente de ella cuando tenía 14 y 15 años y ellos tenían 40 años. Los hombres niegan haber actuado mal. Godrèche presentó formalmente una denuncia a principios de este mes y sus acciones han llevado a otras mujeres de la industria a hablar sobre el abuso.
También acusó a Harvey Weinstein de haberla agredido sexualmente cuando ella tenía 24 años. Cuando habló públicamente del tema, la presunta violencia sexual había ocurrido hacía demasiado tiempo para abrir un proceso legal, según medios franceses.
Godrèche dijo que se sentía apoyada en Estados Unidos cuando hablaba de Weinstein, pero menos en Francia, donde dijo que los directores todavía son considerados sagrados y tienen un poder tremendo.
“Espero que las cosas cambien. ¿Cambiarán? Solo creo en la acción, no en los aplausos”, afirmó.
