En abril del año pasado, la fiscalía retiró los cargos que había presentado contra el actor Alec Baldwin por su presunta responsabilidad en la muerte accidental de Halyna Hutchins, la directora de fotografía de la película 'Rust', tras una fatídica jornada de rodaje, en 2021, en la que el intérprete supuestamente efectuó un disparo con una pistola que no debería haber estado cargada, que impactó contra la fallecida y contra el director Joel Souza, que fue herido. Sin embargo, en el caso de Hanna Gutierrez-Reed, la encargada de supervisar y administrar el armamento utilizado en la grabación, la acusación se mantuvo firme y desembocó en un juicio que ya ha arrojado resultados.
Esta profesional ha sido declarada culpable de homicidio involuntario por un jurado compuesto por doce personas, que tardó menos de tres horas en llegar a un veredicto unánime. Por tanto, Gutierrez-Reed se enfrenta a una posible pena máxima de 18 meses en prisión, además de tener que abonar a la familia de la fallecida una elevada indemnización por daños y perjuicios, estimada en decenas de miles de dólares. La defensa de la acusada ya ha manifestado su decisión de apelar la sentencia, aunque la vista en la que se fijará la condena no se celebrará hasta el mes que viene.
El mismo jurado ha declarado que Gutierrez-Reed no es culpable de otro de los delitos que se le habían atribuido, el de manipular las pruebas. En cualquier caso, sus abogados han reaccionado con indignación al veredicto, afirmando que la armera ha sido un "conveniente chivo expiatorio" para proteger a los verdaderos responsables. "Hay dudas razonables de que tuviera algo que ver con la muerte de Halyna Hutchins. Todo acaba en la producción, como en cualquier organización. Pero empieza arriba del todo", han señalado.
Por otro lado, la fiscalía ha sido rotunda a la hora de criticar la supuesta falta de profesionalidad de Hannah Gutierrez-Reed en un departamento tan delicado como el de armamento. "Esto es una cortina de humo, una forma de desviar la atención. No quieren admitir la verdad", ha argumentado la fiscal Kerri Morrisey sobre el alegato de la condenada. "Fue negligente, fue descuidada y fue desconsiderada", sentencia.
El pasado mes de enero, el ministerio público volvió a acusar formalmente al actor Alec Baldwin, también productor de la película, de homicidio involuntario: una posibilidad que ya dejó abierta cuando, en abril del año pasado, decidió retirar los cargos bajo el argumento de que el revólver Colt que empuñaba el actor había sido manipulado. El intérprete y sus abogados siempre han sostenido que Baldwin jamás apretó el gatillo, y esa es la línea principal de la estrategia para rebatir los argumentos de la fiscalía. "Estamos deseando verles en los tribunales", respondían desafiantes los letrados del actor, Luke Nikas y Alex Spiro, al nuevo proceso.
