El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, inició el martes una serie de reuniones con los partidos, en medio de las consecuencias de los resultados no concluyentes de las elecciones generales del país.
Los resultados de la votación del domingo podrían entrañar semanas de incertidumbre política y podrían dar nueva energía al giro de Europa hacia la derecha radical. Un aumento en el apoyo a un partido populista en las elecciones ha colocado a la extrema derecha en el centro de la política portuguesa.
La reñida contienda entre dos importantes partidos moderados seguía sin resolverse mientras esperaban los resultados decisivos de los votantes en el extranjero.
Se prevéen reuniones entre los principales partidos para la próxima semana
Los resultados oficiales se publicarán dentro de dos semanas. Las reuniones del presidente comenzaron el martes en Lisboa con el partido más pequeño PAN: Personas, animales y naturaleza.
"Es muy triste que en el año que celebramos los 50 años del 25 de abril (Revolución de los Claveles), nos despertemos el 11 de marzo con la extrema derecha creciendo en nuestro país. No creo ni por un momento que la gente de casa se identifican con estos valores", dijo el martes la líder del PAN, Inês de Sousa Real.
La próxima semana se reunirán los principales partidos, desde el partido de derecha radical, Chega hasta la Alianza Democrática que, hasta ahora, parece haber ganado las elecciones por un ligero margen sobre el Partido Socialista.
El ascenso del partido Chega, o "Basta", que apenas tiene cinco años de existencia, ha sido sorprendente. Ha pasado de 12 a 48 escaños en un Parlamento de 230 escaños, desde las elecciones de 2022.
La Alianza Democrática de centroderecha, liderada por los socialdemócratas de Portugal, obtuvo 79 escaños, mientras que el Partido Socialista de centroizquierda, que gobernó durante los últimos ocho años, logró 77.
