Graves casos de violencia y acoso han llevado al Ministerio de Defensa belga a desmantelar un pelotón del Ejército. Las víctimas han sido puestas bajo protección judicial. Los presuntos agresores fueron despedidos o trasladados a otras unidades. Se están llevando a cabo investigaciones administrativas y judiciales.
"Hablamos, entre otras cosas, de tratos degradantes, agresiones, chantajes, amenazas entre soldados, presiones ejercidas por soldados sobre sus compañeros y una obligación de guardar silencio sobre estos hechos", declara Ludivine Dedonder, ministra de Defensa de Bélgica.
La violencia y el acoso duraron varios meses, e incluso años, y en esas prácticas se vieron implicados oficiales, suboficiales y soldados menos experimentados. Para las autoridades belgas era necesario tomar medidas.
"Es una decisión muy difícil. Única en la historia, o en la historia reciente de Defensa. El hecho de tener que disolver una unidad es una decisión que parte el corazón a los militares. Sin embargo, era necesario. Era necesario para garantizar, aún más, la integridad", señalaJan De Beurme, inspector general y vicealmirante del Ejército belga.
El Ministerio de Defensa tuvo conocimiento de las acusaciones a través de un correo electrónico enviado por un familiar de una de las víctimas. Cientos de personas han sido suspendidas de forma cautelar.
