Rusia guarda luto nacional este domingo tras la masacre en una sala de conciertos de Moscú en la que murieron más de 130 personas, el atentado más mortífero en Europa reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI). Los rusos hicieron cola para rendir homenaje y depositar flores en en memoria de las víctimas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha prometido castigar a los responsables del "bárbaro atentado terrorista" y ha declarado que se ha detenido a cuatro hombres armados que intentaban huir a Ucrania.
Kiev ha negado rotundamente cualquier relación, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha acusado a Putin de intentar culparles a ellos.
