Un hombre polaco de 39 años murió de un disparo tras un enfrentamiento con un grupo de jóvenes en Estocolmo el miércoles 10 de abril por la noche. El incidente se produjo cuando el hombre y su hijo de 12 años se dirigían a una piscina del barrio de Skarholmen.
Su hijo, testigo del disparo mortal
Los informes sugieren que se encontraron con un grupo de jóvenes en un paso subterráneo, lo que dio lugar a un intercambio verbal entre el hombre y los adolescentes. La situación se agravó y el hombre recibió un disparo mortal del que fue testigo su propio hijo.
En el lugar del tiroteo, Ulf Kristersson, Primer Ministro de Suecia, declaró: "Es una de actitud inhumana, de animales. No podemos permitirlo. Mataron a tiros a una persona delante de su hijo, un niño. Es de una crueldad inimaginable".
Los vecinos del barrio están indignados con lo ocurrido. "He hablado con mucha gente hoy y muchos sienten una gran tristeza, desesperación, pero también una tremenda rabia", dice uno de ellos.
Muchos vecinos también arremeten contra la clase política tras lo sucedido. "Ahora vienen y dicen palabras bonitas. Vienen cuando hay elecciones, pero no están haciendo lo suficiente", critica otro.
"En primer lugar, entiendo perfectamente el enfado. No hay otra reacción humana más que esa", dice el primer minnistro, aunque defiende su visita: "He venido aquí para mostrar mi respeto y hablar con los familiares".
"Haremos lo que haga falta para detener a estos asesinos que están destrozando la vida de tanta gente"
"Ahora estamos haciendo todo lo que dijimos que haríamos y todo lo que se requiere. Lo estamos haciendo con fuerza. Lo estamos haciendo con la rapidez que permite la Constitución", asegura.
Ulf Kristersson explica dice que "esto se resolverá, pero ahora no debemos dudar. Ahora haremos lo que haga falta para detener a estos asesinos que están destrozando la vida de tanta gente".
