Cientos de rusos desfilaron por Viena para celebrar la victoria sobre la Alemania nazi. Ucrania había pedido sin éxito a las autoridades austríacas que prohibieran las celebraciones del aniversario. Algunos de los participantes en el desfile criticaron duramente a Europa y Ucrania.
Al igual que en años anteriores, Ucrania trató de obtener la prohibición del acto en Viena. Según la embajada ucraniana, esta celebración es antidemocrática y supone una burla a todos los ucranianos que mueren actualmente a causa de la agresión rusa.
Junto a la celebración del aniversario tuvo lugar una protesta ucraniana. Tetiana Bilyk, ucraniana residente en Viena, declaró: "Debemos llorar, pero no celebrar. No hay nada que celebrar. Debemos recordar a las víctimas y no difundir la propaganda de Putin. Esto es propaganda de Putin. Está abusando de este día tan importante".