"Todos los padres deberían estar formados en primeros auxilios", considera Lucía, Mi Pediatra

Los accidentes infantiles están a la orden del día. Representan la primera causa de muerte en la Unión Europea entre los 5 y los 18 años, ahí es nada. Especialmente estos son accidentes domésticos, de tráfico, las caídas accidentales, y los ahogamientos. Tengamos cuidado, por favor, ¡y estemos atentos!

Charlamos en Infosalus con la doctora Lucía Galán, más conocida como 'Lucía, Mi pediatra', sobre este asunto con motivo de la publicación de su último libro 'Los virus no entran por los pies' (Planeta), y nos confiesa que, después de muchos años trabajando en Urgencias, la realidad es que cuando te encuentras con estas familias todos admiten que "fue un segundo", y "si lo hubiera sabido". "Nadie quiere que sus hijos sufran un accidente infantil y la mayor parte son prevenibles. Son conocimientos que todos deberíamos tener para evitarlos en la medida de lo posible", remarca.

Cree fundamental, por tanto, que los padres estén formados en primeros auxilios para evitar muchos de estos sustos, especialmente en las maniobras de reanimación cardipulmonar o RCP porque "salvan vidas": "Hay mucha evidencia científica disponible y el primer minuto de una parada cardiorrespiratoria es primordial en la vida de un niño, y son justo esos primeros minutos los que se pierden, son los que van a determinar el pronóstico de vida del paciente. Todos los padres, docentes y personas en contacto con los niños, pero también los adultos en general deberíamos tener nociones de primeros auxilios".

EN CASO DE CONVULSIONES

Aquí destaca que, anatómicamente, es imposible que un ser humano se trague la lengua, y en el caso de las convulsiones no hay que meterle nada en la boca, ya que esto puede ser peligroso y empeorar el cuadro respiratorio del paciente.

"Lo que es altamente recomendable es tener nociones en reanimación cardiopulmonar básica, en las que se aprende que, si hay respiración, pero está inconsciente, pondremos al paciente de lado, en lo que llamamos 'posicioón lateral de seguridad' (PLS). Lo más importante es que la boca esté mirando hacia abajo para evitar que el vómito, la saliva, o la propia lengua obstruyan la vía aérea. La barbilla debe estar ligeramente hacia arriba hasta la llegada de la ambulancia", detalla en su libro.

Igualmente, mantiene que periódicamente se debe comprobar que la persona respira, y de no hacerlo, o si ha entrado en parada cardiorrespiratoria, llamar al 112, poner el móvil en manos libres y seguir las instrucciones, para iniciar lo antes posible las maniobras de RCP.

¿Y SI HAY UN ATRAGANTAMIENTO?

En el caso de los atragantamientos, bastante frecuentes entre los menores, esta doctora señala que si el menor está consciente hay que intentar que tosa, "nunca dar palmaditas en la espalda", sino insistirle y animarle al niño a que tosa, mientras por supuesto se mantiene la calma.

"Si el niño tiene tos efectiva y expulsa el objeto, genial; pero si la tos deja de ser efectiva, es débil, y la persona no mejora y empieza a tener dificultad para respirar, se le hará la maniobra de Heimlich de una u otra manera en función de la edad del menor y se llamará al 112", incide.

Describe que, a los de menos de uno, hay que colocarlos boca abajo y darles 5 golpes fuertes entre ambas escápulas. Después, se les da la vuelta y si está el objeto en la boca se hace un barrido con el dedo y se saca. Si no lo está, se dan de nuevo 5 golpes o compresiones en el esternón, y vamos alternando este ciclo y observando siempre la boca por si expulsase el objeto", detalla esta pediatra.

En los niños mayores de un año la doctora Galán indica que hay que hacerles la maniobra de Heimlich: "Ponernos detrás de él, con puño bajo el esternón hacer compresiones para expulsar el objeto. Si pierden el conocimiento y entran en parada ya tumbarlos y practicar el masaje cardiaco".

Aquí incide Lucía, mi pediatra, en que los golpes en la espalda en un atragantamiento pueden empeorar la situación; al tiempo que destaca que, ante una emergencia, siempre hay que llamar al 112, poner el manos libres y seguir las instrucciones. "Realizar un curso de RCP puede salvar una vida", añade.

A su vez, desaconseja el empleo de los artilugios que se venden como 'desatascadores' en caso de atragantamiento. Mantiene que no están avalados por los principales organismos científicos en reanimación cardiopulmonar, y su uso podría retrasar las maniobras de reanimación que sí está demostrado que pueden salvar la vida, especialmente si se ponen en marcha en los primeros minutos.

CUIDADO CON LOS GOLPES EN LA CABEZA

Por otro lado, resalta que todos los niños a una altura superior a un metro deben acudir a Urgencias porque puede ser un impacto importante en su cabeza y puede haber fractura, o si se ha caído y dado en la cabeza y tiene menos de un año (caídas de la cama golpeándose la cabeza). "Las caídas más frecuentes son desde la cama -- prosigue esta pediatra--; por lo que si las camas son muy altas y vemos impacto directo sobre la cabeza se debe acudir a Urgencias para una primera valoración".

Igualmente, resalta que es un mito el que no se les deba dejar dormir tras caerse: "Después de un golpe lloran mucho y luego se quedan dormidos, sobre todo si son pequeños. Sí hay que despertarles cada 3-4 horas para observar como están. Las complicaciones se dan en las primeras 24-48 horas, y si no vemos comportamientos extraños podemos estar tranquilos".

Incide en que debemos vigilar en ese tiempo que, tras un golpe considerable, como puede ser la caiída de la trona, de la cama, o de un muro, el niño tenga una llamativa tendencia al sueño, esté muy adormilado cuando no corresponda, presente lentitud en sus movimientos, vómitos, dolor intenso de cabeza, o alteraciones del equilibrio. Aquí sí que hay que acudir a Urgencias, afirma la doctora Galán.

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