El partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) inició en Donaueschingen su campaña para las elecciones al Parlamento Europeo, en un intento de recuperar el impulso tras las recientes polémicas.
El acto coincidió con un mitin del rival Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por el canciller alemán Olaf Scholz.
Polémica por el supuesto espionaje para China
A pesar de los contratiempos, incluida la ausencia del principal candidato, Maximilian Krah, debido a la detención de su asistente por un posible caso de espionaje para China, los miembros de la AfD se muestran optimistas.
Los líderes del partido expresaron su gratitud a Krah por sus contribuciones y acusaron a sus oponentes de emplear tácticas antidemocráticas para socavar los esfuerzos de la AfD.
Manifestaciones contra la ultraderecha
Varios manifestantes aprovecharon este evento para protestar contra la ultraderecha, gritando lemas como "Las mujeres de verdad odian a la AfD" y "Lo queremos de color, no marrón", en referencia a las camisas marrones que usaban las S.A. de la Alemania nazi.
El lanzamiento de la campaña de la AfD se produce tras un descenso del apoyo público, exacerbado por los últimos acontecimientos. Un ayudante del candidato principal, Maximilian Krah, fue detenido y acusado de espionaje para China, lo que complicó aún más la posición del partido.
Contra la inmigración y contra el actual Gobierno alemán
También surgieron acusaciones de que otra figura destacada, Petr Bystron, recibió fondos de un sitio web relacionado con el Kremlin. A pesar de esto, el colíder de AfD, Tino Chrupalla, se mantuvo firme, insistiendo en el mensaje central del partido contra la inmigración y criticando las políticas de la coalición gobernante.
El acto se dirigió especialmente contra los Verdes, en particular a la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y suscitó el entusiasmo de los asistentes, deseosos de respaldar la plataforma nacionalista de la AfD.
